Todos los días tomamos decisiones que parecen simples: qué crema usar por la mañana, qué maquillaje aplicar, qué shampoo comprar. Sin embargo, detrás de esos productos que usamos casi sin pensarlo, puede esconderse una realidad que muchas veces ignoramos: el sufrimiento de miles de animales sometidos a pruebas crueles en nombre de la belleza.
Afortunadamente, cada vez más personas están tomando conciencia sobre este tema, eligiendo marcas que sean realmente cruelty free, es decir, que no testean en animales en ninguna etapa del proceso. Y aunque pueda parecer una elección pequeña, tiene un impacto inmenso.
El término cruelty free hace referencia a productos que no han sido probados en animales en ninguna parte de su desarrollo: ni los ingredientes, ni las fórmulas, ni el producto final. A menudo se confunde con “vegano”, pero no son lo mismo. Un producto vegano no contiene ingredientes de origen animal, pero eso no garantiza que no haya sido testeado en animales. Por eso es importante buscar ambas cosas si tu objetivo es una rutina 100% ética.

La conciencia sobre el uso de productos libres de crueldad ha ido creciendo desde hace varios años, impulsada tanto por los consumidores como por una industria que busca ser más ética y sustentable. Sin embargo, fue en el último año cuando este movimiento cobró aún más fuerza gracias al cortometraje animado Save Ralph, donde se mostró de forma impactante lo que sufren los animales sometidos a pruebas cosméticas, generando una gran ola de reflexión y empatía a nivel global.
Hoy en día, existen múltiples métodos alternativos que permiten evitar la experimentación animal. Entre ellos se encuentran los cultivos celulares, modelos computacionales, tejidos donados por voluntarios y estudios clínicos éticos.
Existen tres organizaciones internacionales que certifican que una marca realmente no experimenta con animales. Estas entidades se encargan de verificar y garantizar que los productos sean coherentes con estos principios:
- PETA (People for the Ethical Treatment of Animals): Es probablemente la organización más conocida. Para ser parte de su listado, las empresas deben completar un cuestionario detallado y firmar una declaración en la que aseguran que no realizan, encargan ni financian pruebas en animales, ni en ingredientes, ni en formulaciones, ni en productos terminados, y que se comprometen a no hacerlo en el futuro.
- Leaping Bunny: Esta certificación aplica principalmente a empresas con sede en Estados Unidos y Canadá. Sus estándares son más estrictos que los de PETA, ya que requieren que ni la empresa ni sus proveedores o fabricantes de ingredientes realicen pruebas en animales en ninguna etapa del proceso. Además, el compromiso debe renovarse cada año y las empresas deben aceptar auditorías independientes.
- Choose Cruelty Free: Aunque menos conocida fuera de Australia, esta es la única organización independiente en ese país que certifica cosméticos, productos de cuidado personal y artículos para el hogar como libres de pruebas en animales.

Estos son los sellos que puedes encontrar en las etiquetas de tus productos de belleza. Sin embargo, ¡atención! No basta con ver el símbolo: muchas marcas lo incluyen en su empaque únicamente con fines publicitarios. Por eso, siempre es recomendable verificar en sitios web especializados si realmente están certificadas como cruelty free por alguna de estas organizaciones oficiales.
EBIO Tip: No te fíes solo del logotipo en el empaque. Muchas marcas los colocan sin respaldo oficial (greenwashing)
Una rutina de belleza sin crueldad es posible

Hoy en día existen muchísimas marcas que ofrecen productos cruelty free de excelente calidad: desde maquillaje y skincare hasta cuidado capilar y productos de higiene. Algunas incluso son veganas y sustentables, completando una propuesta aún más consciente.
Armar una rutina 100% libre de crueldad no solo es posible, sino que cada vez es más fácil gracias a la creciente oferta en tiendas físicas y online. Al elegir estas marcas, no solo cuidas tu piel: estás enviando un mensaje claro a la industria.
Al final del día, elegir productos cruelty free puede parecer un gesto pequeño, pero su impacto es enorme. Cada compra consciente impulsa a las marcas a cambiar sus prácticas, reduce el sufrimiento animal, y promueve una industria cosmética más ética, moderna y compasiva.
Recuerden EBIO Beauties, la belleza no debería implicar dolor. Con pequeños actos, podemos generar grandes transformaciones, elijan marcas que no experimentan con animales.